martes, 12 de marzo de 2013

Capítulo 4: El misterio de las siete llaves (HENAR)

CAPÍTULO 4:

EL SUFRIMIENTO:


En la habitación que tenía el túnel de hielo estaban Javier y sus amigos. De vuelta al túnel, el duende esquimal  les preparó la comida: un filete con patatas fritas, lentejas y helado.

Después de una semana se les acabó la comida y bebida, entonces se preocuparon mucho. Ante la situación el esquimal dijo: -por favor, ¿podéis ir a algún supermercado de por aquí a comprar?   Javier amablemente le respondió: - por aquí no hay ningún supermercado pero podemos ir a investigar.
Los chicos y chicas del grupo se fueron a investigar por ahí. 

Después de caminar durante largo rato, por fin encontraron un supermercado. Al entrar vieron que no había demasiadas cosas pero podía servirles. Lo único que no había en la tienda fue agua.

Cuando fueron a pagar a la tienda se dieron cuenta de que no tenían dinero. Volvieron al túnel  y el esquimal estaba haciendo una cosa extraña. Los chicos le vieron y comenzaron a desconfiar de él. No obstante decidieron pedirle el dinero para disimular. Más adelante investigarían que ocultaba aquel extraño ser. Se fueron a la tienda de nuevo y pagaron todo lo que había comprado. Cada niño llevaba una bolsa. En el túnel había un frigorífico, metieron toda la comida y  fueron a indagar si había un pozo con agua dentro. Llegó la hora de cenar y el esquimal les preparó la cena. Los niños y niñas no comieron nada porque pensaban que a lo mejor estaba envenenada. 

Por la noche siguieron al duende esquimal. Le siguieron hasta una caseta que tenía un huerto en la parte trasera. En el huerto, había una pala tirada en el suelo encima de un cadáver. Era el cuerpo de uno de los amigos de Javier (el duende esquimal  había trasladado el cadáver que se encontraron Javier y sus amigos).

Al ver la escena, los chicos fueron a esconderse. El esquimal continuó escavando para enterrar el cadáver.

El duende esquimal iba a volver al túnel .Todos se fueron corriendo antes de que volviera el  esquimal pero Lulú se desmalló y Javier fue a ayudarla. Javier la cogió y la llevó en brazos hasta el túnel. Al llegar se metieron en la cama y se hicieron  los dormidos. Por la mañana los niños y niñas se fueron a investigar. 

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