CAPITULO
2:
LA
HUIDA
Después
de dos meses Diego y Oscar tuvieron que volver a su casa donde había sucedido
la desgracia. Llegaron a casa y oyeron un ruido arriba. Sintieron como si
alguien estuviera buscando algo en un armario. Diego subió arriba y vio al
señor extraño husmeando en los cajones del armario mientras decía: –tengo que
encontrar esa esfera mágica.
Al
escuchar las palabras del extraño, Diego se dio cuenta de que tenía un collar
con una esfera. Se acordó que cuando tenía tres años su madre le decía que
debía guardar ese collar pasase lo que pasase. Diego y Oscar se fueron de casa
al instante y se dirigieron hacia la guarida.
Después
de unas horas se oyó como alguien abría la entrada a la guarida secreta. Diego
y Oscar corrieron hacia la salida pero estaba bloqueada, así que asustados
avanzaron en dirección contraria en busca de un escondite que encontraron
durante sus dos meses en la guarida. Después de unos minutos Diego y Oscar
salieron del escondite para intentar escapar y lo consiguieron pero no tenían
donde ir.
Al
cabo de unos días encontraron una casa abandonada donde podían vivir sin
problemas. Pero estaban equivocados porque el asesino que mató a
su madre era el vecino de al lado.
Después
de dos días, el asesino volvió a su casa con la intención de coger a los
pequeños pero no les pudo localizar a causa de que no tenía GPS.
Al
día siguiente el asesino vio salir de la casa de al lado a Diego y Oscar pero ellos
no le vieron a él. Anocheció y fueron pasando las horas, hasta que, de
madrugada, el asesino entró en la casa de los niños y raptó al hermano más
pequeño, Diego.
Por
la mañana Oscar se dio cuenta de que Diego no aparecía por ningún lado. Él
sabía que su hermano no se marcharía a ningún lado sin él, por lo tanto pensó
en la posibilidad de que hubiese sido secuestrado.
Oscar
miro por la ventana y vio una casa abandonada al lado. Asustado decidió salir para
ver que había dentro de esa casa. Al llegar, se asomó por una rendija y vio a
su hermano atado a una silla con una cuerda y al asesino hablando de una
especie de poderes sobre naturales. No escuchaba demasiado bien desde ahí fuera
pero podía observar que Diego siempre negaba con la cabeza todo lo que el
asesino preguntaba.
Oscar
corrió para liberar a su hermano. Cuando el asesino estaba distraído, consiguió
liberar al pequeño de las zarpas del asesino, pero al darse cuenta, salió
disparado detrás de los dos niños.
En
cuanto Diego notó que alguien les perseguía se lo dijo a su hermano para
intentar ir más deprisa. Oscar no vio a nadie pero los dos muchachos sin darse
cuenta, despistaron al asesino.
Cansados
de correr, los niños vieron un señor paseando por la playa y entre sollozos le
suplicaron que les ayudase. El hombre se mostró muy amable con ellos y dijo: –No
os preocupéis pequeños, por supuesto que os ayudaré. Puedo llevaros a mi casa.
Los
niños accedieron y se quedaron a vivir con el señor.
CONTINUARÁ...
Álvaro me encanta Tu cuento lo escribes muy bien me emcantaria escribier como tu
ResponderEliminarmuchas gracias HEnar te lo digo enserio
Eliminarme encanta tu cuento Mario
ResponderEliminarGracias Mario soy Álvaro.
Eliminareres muy bueno escribiendo los libros.Estoy esperando el capítulo 3
ResponderEliminarMuchas gracias anónimo eres muy majo y ya escrito el capítulo 3 pero ya estoy con el capítulo 4.
Eliminarcomo mola el capitulo dos sigue así
ResponderEliminarvale
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