Capítulo
10:
Mi
vida depende de ello.
No me lo podía creer. Ese demonio se
había llevado a Trisa. Maldita sea la hora en que dejé que ese demonio se la llevara.
Tenía el corazón roto en dos. Y de repente, mi padre me habló y me dijo:
-Hijo, no te rindas, lucha por la mujer que amas. Toma, mis
poderes y mi sabiduría.
-Sentí cómo mi
cuerpo se llenaba de relámpagos y cómo corría la fuerza por mis venas.
Nada más que
terminó la alucinación, el demonio que se llevó a Trisa estaba allí con ella.
En ese momento, mis piernas empezaron a moverse por los árboles. Cogí al
demonio y lo tiré al vacío. Él se
electrocutó con mis puños.
-Dante, gracias
por salvarme de aquel demonio me estaba llevando a las puertas del infierno.
- Trisa por ti lo
que sea. Quiero ir contigo a ejecutar al rey de las tinieblas.
-Estábamos al lado
de la puerta del infierno y la puerta estaba cerrada.
Di un puñetazo y salió
volando.
Y ahí estaba el rey de las tinieblas.
- Dante llegas
justo a tiempo para el sacrificio de tu padre.
-Jamás dejaré que
hagas eso con mi padre.
-Te propongo algo.
Si ganas tú, te llevas a tu padre, si gano yo,
me quedo con tu
padre y con la chica.
-¿Tu qué opinas
Trisa? Le preguntó Dante mirándola.
-Adelante.
Empezamos ya.
Vengaaaaaa.
¿Quién ganará?
CONTINUARÁ...
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