lunes, 25 de febrero de 2013

Capítulo 4: Furia y la ganadería de Miura (IRIS)


CAPÍTULO 4:

EL ENCUENTRO DE  RelÁmpago:

Eduardo y Juan seguían  preocupados  por Relámpago. No sabían dónde estaba. Al día siguiente  Eduardo y Juan fueron a la finca a ver a Furia pero, cuando Eduardo entró a la cuadra de Furia  a darle  de comer vio que había pisadas. En un principio pensaban que eran las mismas huellas de los secuestradores de Relámpago. Los guardias las limpiaron, pero ¿esta vez qué buscaban? Juan miró a Eduardo con cara  de asustado  pero  debía tranquilizarse para poder buscar una solución. Eduardo   miró a ver si Furia  tenía comida en  su  cuadra  y aún le quedaba de la noche anterior. Eduardo se acercó a casa de los vecinos para ver si sus caballos tenían comida. Allí todo estaba en orden así que decidió ir a llamar a otro de sus vecinos llamado Pedro: 
- ¿Pedro eres tú? 
-Sí  soy yo, contestó asustado.
El caballo de Pedro, Pinto, no había comido. Por lo visto  los ladrones estaban merodeando por la zona en busca de:


Monturas, cabezadas, espuelas, botas de montar a caballo, bocados  y filetes. Al día siguiente siguiente los hermanos y el amigo decidieron salir a dar una vuelta con el caballo. Tras un largo paseo, los hermanos se bajaron del caballo a la vez.  Eduardo leyó una  carta que estaba tirada en el suelo y ponía: 



Juan, voy a ir yo tú te quedas en la finca.
Los hermanos llegaron a la finca y quitaron las monturas, a los caballos.
Al cabo de un rato metieron a los caballos en la cuadra. Eduardo fue a cambiarse de ropa y a coger el dinero. Decidió escribir una carta a la Guardia Civil para informarles un poco de lo acontecido hasta la fecha. 


La noche cayó encima, Eduardo salió con el dinero, dentro de un maletín  y se dirigió al puente viejo.  Transcurridos 2 o 3 minutos un ladrón apareció con un pasa montañas puesto encima de la cabeza y una pistola a apuntándole.
-¿Me has traído el dinero? Dijo el hombre
-Sí, Mariano  
-Da dos pasos hacia atrás y deja el maletín en el suelo.
-Vale  Mariano, ¿dónde está Relámpago?
-Calla y lárgate
-No me iré sin mi caballo, ese no era el trato.
Eduardo sacó una navaja del abrigo y se abalanzó hacia él.
-Ladrón  devuélveme a Relámpago. Es  mío  lo conseguí  yo. Si lo quieres luchemos sin navajas ni pistolas. Dijo valientemente.
-Vale.
Eduardo y Mariano empezaron a luchar sin parar. Eduardo se llevó un puñetazo en el ojo, la cara con sangre, y la nariz la tenía rota. Mariano estaba tumbado en el suelo.



Eduardo  oía relinchar a Relámpago entonces le llamo:
-¡Relámpago!
El caballo llegó corriendo y relinchando. Eduardo se puso muy contento de verle. Mariano todavía estaba tumbado en el suelo, estaba muy mal no se podía levantar del suelo.

Eduardo llegó a la finca todo ilusionado  con su caballo.
- Juan ya tenemos  a Relámpago. Mira,  Furia está tan ilusionada  de ver a su hijo… Por fin tenemos a nuestro caballo
-Eduardo, ¿qué te pasa en la cara?

CONTINUARÁ...

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