Capítulo 7:
EL AGENTE INFILTRADO
Cuando
llegaron a la comisaría los agentes estaban tristes. El jefe estaba tan
enfadado que echaba humo por las orejas. Un agente comenzó a ponerse el abrigo y
rápidamente se apresuró a la salida. El jefe le pilló intentando irse.
-¿A
dónde crees que vas, Javier?
-Hombre
a donde crees que voy a ir, a casa.
-¿Y
qué vas a hacer en tu casa?
-Pues
relajarme.
Enfadado,
el jefe le dejo ir. Por la calle recibió una llamada telefónica de los
secuestradores que preguntaban.
-¿Qué
datos has conseguido hoy de la policía? Bueno, no importa. Dánosla mañana por
la mañana. Ven a nuestra casa y ya hablaremos.
A la mañana siguiente en su
casa, descubrió que era un test de inteligencia para ver si su capacidad podía soportar estar solo
en una habitación oscura, con una música que odiaba de Macaco llamada “Una sola
voz”. El test podía tener una duración de siete horas y media o dos días enteros.
Una máquina les daba de comer. La máquina funcionaba de la siguiente manera; un
secuestrador preparaba la comida, la dejaba en una bandeja y unos brazos
mecánicos se lo metían por una puerta estrecha. Tenían un horario:
Cuando
pasaron las cuarenta y ocho horas le sacaron. Se quería quedar. Es como si le
hubiesen lavado el cerebro. Los secuestradores le hicieron caso y le dejaron
otras cuarenta y ocho horas.
Estaba tan cansado que se quedó dormido con los ojos abiertos. Transcurridas
las cuarenta y ocho horas, le llevaron a una sala para dejarle allí con una
camisa de fuerza. La sala estaba recubierta de corcho.
CONTINUARÁ...
si quieres las dejas y sino tambien.
ResponderEliminarque bonito ,que bonito, que bonito
como mola
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